FICHA 1
"Un alumno que lee con lentitud, se atraca al tratar de reconocer palabras que no conoce; tiene que hacer un esfuerzo adicional por reconocerlas, con lo que se desconcentra y olvida lo que había acumulado en su memoria con su lectura previa. La falta de lectura fluida atenta contra la comprensión de lectura y alude a problemas de vocabulario, percepción fonémica, fonética, o falta de aprestamiento temprano para estimular la capacidad lectora. Por ello, Crouch considera que medir la velocidad de lectura correcta puede ser un buen predictor del desempeño general del alumnado en los otros temas del grado que cursa".
León Trahtemberg
17 de Marzo de 2006
FICHA 2
De acuerdo al modelo de Chall (1996b) una vez que el lector inicial ha a prendido las correspondencias grafema-fonema, su interés se centra en la automatización de la habilidad de la descodificación. Se trata de consolidar este aprendizaje para permitir el paso de "aprender a leer a leer para aprender" (Challs, Jacobs y Baldwin, 1990). La fluidez se convierte así en un prerrequisito para el éxitos en el principal objetivo de la lectura: la construcción del significado (Allinton, 1993; Samuels, 1998; Schreiber, 1980).
Cuando un niño es incapaz de leer un pasaje adaptado a su edad con una descodificación precisa, sin esfuerzo, y una palabra tras otra con una expresividad adecuada, uno entiende por qué la fluidez lectora es esquiva y fascinante. Kameenui y Simmons (2001) esbozan una metáfora elocuente afirmando que para muchos maestros , investigadores y niños, la fluidez es el nudo gordiano de la habilidad lectora; su simplicidad y elegancia revelan su complejidad.
GONZÁLEZ TRUJILLO, M. Carmen. Comprensión lectora en niños: morfosintaxis y prosodia en acción. Tesis doctoral Universidad de Granada, pág. 72, 2005.
FICHA 3
(...)Habitualmente se entiende por velocidad lectora el número de palabras que se es capaz de leer en una unidad de tiempo determinada que, frecuentemente, viene expresada en minutos, es decir, el número de palab ras leídas por minuto (p.p.m.). Esta velocidad es la que determina el nivel de fluidez o facilidad lectora
(...) La velocidad lectora es un indicador del rendimiento escolar muy habitual en el centro educativo. La velocidad con que se lee condiciona la duración de determinadas actividades de aprendizaje. Una baja velocidad lectora dificulta notoriamente el poder seguir una lectura oral colectiva en la clase, retarda la realización de ejercicios y actividades escritas y dificulta, también, otras actividades didácticas.
VALLÉS ARANDIGA, Antonio. Velocidad Lectora-1, Editorial Promolibro, Valencia 1999
FICHA 4
(...) es cierto que es necesario lograr fluidez en los primeros años de alfabetización; pero es necesario también desarrollar otras dimensiones para que una vez que hayan alcanzado fluidez puedan comprender lo que leen.
ALEJANDRA MENESES. Velocidad lectora: fluidez no es comprensión, 13 octubre de 2008
Lee el artículo completo en: http://www.cpce.cl/blog/2008/10/velocidad-lectora-fluidez-no-e.html
FICHA 5
"En el proceso lector, juegan un papel importantísimo la velocidad y la comprensión lectora.
La velocidad depende de unos hábitos que potencian aspectos fisíológicos que actúan, mientras que la comprensión implica: capacidad mental suficiente, sincresis (análisis-síntesis), disposición activa para captar significados o ideas y una riqueza de vocabulario que permita una cierta independencia con respecto al diccionario.
La rapidez o velocidad de la lectura se mide en función del numero de palabras que un sujeto es capaz de leer durante un minuto".
J. CUEVAS, L. GORDILLO, M. MARTÍ. Didáctica de la lectura, métodos y diagnóstico, Editorial Humanitas, Barcelona 1985, pág. 135
FICHA 6
"Naturalmente, la eficiencia en la lectura se relaciona en forma estrecha con el éxito escolar. El lector rápido y preciso posee un instrumento inapreciable para penetrar en el amplio mundo del conocimiento que yace tras la cubierta de los libros. El lector deficiente lee de manera tan lenta, que no puede procesar directamente el significado. Debe, en consecuencia, depender en gran medida de lo que aprende por medio del escuchar; motivo por el cual tiende a fracasar en las materias que requieren de la lectura. Este fracaso es mayor a medida que el alumno pasa de curso y que , por ende, aumenta la necesidad de la lectura en el proceso de adquisición de conocimientos".
CONDEMARÍN, Mabel; ALLENDE, Felipe. La lectura: teoría, evaluación y desarrollo, pág. 7, Editorial Andres Bello, 1993, chile.
FICHA 7
Para explicar la interacción entre la lectura y la mente vamos a utilizar el ejemplo de la conducción. Si vamos en un coche y aceleramos de 80 Km/h. a 180 Km/h. nuestro cerebro se ve obligado a "adaptarse" a esa nueva velocidad y a asimilar la información más rápido. Si después disminuimos a 120 Km/h., el cerebro nos da la sensación de que vamos mucho más lento. La razón es que al acelerar, nuestro cerebro se ve obligado a captar más información en menos tiempo; por lo tanto al desacelerar le sobra tiempo de percepción y capta más detalles. Bien, eso mismo ocurre si lo aplicamos a la lectura: cuando incrementamos la velocidad de lectura, la mente se adapta a asimilar más información en menos tiempo. La velocidad media de lectura de un universitario está en 240 palabras por minuto (p.p.m.). Con un entrenamiento de velocidad podemos aumentar ésta hasta 800 e incluso 1.500 p.p.m.
Lee más en:
http://www.bircham.info/index.php?option=com_content&view=article&id=212&Itemid=263
LECTURA EN ZIG ZAG
Unos ciberamigos me preguntaban si era posible leer usando la técnica del zigzag; yo les contesté que sí era posible, "pero" que, en mi caso, lo utilizaba para buscar datos específicos en el texto, por ejemplo: nombres, fechas, frases relacionadas con el tema de búsqueda, etc.
Esta técnica de lectura consiste en deslizar los dedos de la mano, a una velocidad mayor de la que habitualmente leemos, por debajo de la línea de escritura y al llegar al final de ella se retrocede rápidamente hacia la siguiente y se continúa de la misma manera que al inicio. Estos movimientos se parecen a una "z" y de allí el nombre que se le asigna.
Para usar esta técnica debemos entender que hay dos formas de acceder a los significados de las palabras: 1) a través de la ruta fonológica o "indirecta", y 2) mediante la ruta visual o "directa". Si el lector sigue usando la ruta fonológica (cuando lee mira la palabra de izquierda a derecha y mientras la decodifica va escuchando su propia voz interna) este método de lectura no le será de gran ayuda, sin embargo, con un poco de práctica (leyendo en z) le permitirá ingresar a la ruta visual o directa.
En la mayoría de estudiantes aún prevalece el método fonológico como consecuencia del aprendizaje de la lectura desde las unidades menores a las más complejas: primero aprendimos las vocales, luego las consonantes, después se hicieron las combinaciones silábicas y desde allí construimos nuestros primeros sintagmas (grupos de palabras que representaban ideas), oraciones y proposiciones. Este método es ideal cuando se trata de lenguas transparentes (se escribe como se pronuncia) como es el caso del castellano, y uno de los libros que mejor refleja este concepto es el Coquito. Personalmente, me agrada este sistema de enseñanza, sin embargo, este método fonológico o indirecto se debe abandonar a partir de los 8 años y recurrir al método visual o "directo" (es hasta 100 veces más rápido que el indirecto) y, entonces, el concepto de velocidad lectora se convierte en un indicador para la comprensión de textos.
El método visual o directo consiste en percibir las palabras como si fueran un todo, imagínese por un momento un cigarrillo sobre la mesa y mírelo fijamente. Seguramente que usted está mirando el cigarrillo en su totalidad, no lo empezó a ver desde uno de los extremos, sino de manera integral. A este método también se le llama "gestáltico" debido a su naturaleza global. El lector no solo puede mirar una palabra en su totalidad, a través del entrenamiento (que no es nada difícil) puede percibir sintagmas, es decir, grupos de palabras que representan ideas y no palabras aisladas cuyos significados dependen del contexto. Este método le permite al lector enlazar sintagmas o ideas y, de esa manera, construir significados hasta llegar a la comprensión de la oración. Una de las grandes ventajas que da este método es que el alumno se ve obligado a aumentar su concentración y no se dispersa como cuando lee bajo el método fonológico.
Con toda humildad les puedo asegurar que si conseguimos que los niños abandonen la etapa fonológica y usen el método visual o directo, podremos estar seguros de que su comprensión aumentará notablemente. Hay ejercicios muy sencillos que se pueden hacer (me comprometo a presentarles algunos) y que no requieren de textos especiales ni grandes inversiones.
Volviendo al tema del método en zigzag, también lo uso en la lectura de textos narrativos (cuentos, novelas, leyendas, etc.), pero nunca en textos argumentativos, salvo que sea para hacer relecturas. También se puede utilizar para la lectura de periódicos y revistas.
Los saltos que se dan cuando se llega al final de la línea de texto puede ser de uno a diez renglones y ello dependerá de la práctica que se tenga y de la naturaleza de la búsqueda de información. Inténtelo línea a línea y luego, cuando usted lo desee, aumente los saltos. En http://www.lecturaveloz.cl/facs4.pdf podrá encontrar algunos ejercicios para esta práctica.
Manuel Urbina
Director del Programa Superlectores