Si uno se pone a revisar los informes nacionales e internacionales que dan cuenta sobre las habilidades lectoras de los niños peruanos, nos daremos cuenta que hay mucho, mucho por hacer y aprender. Figuramos como últimos de entre los últimos y pareciera que nunca vamos a salir del hoyo (hace poco aparecimos en el puesto 131 en calidad de enseñanza primaria, y ¡¡eran 131 países evaluados!!), sin embargo, tenemos que reaccionar y generar una nueva cultura por la enseñanza y promoción de la lectura. Convirtámonos en soldados y luchemos desde la trinchera que nos toque en favor de una nueva educación que fomente el desarrollo de las habilidades lectoras desde los más pequeños hasta los adultos. Busquemos información actualizada y usemos el pensamiento crítico y reflexivo para dar nuestros aportes en favor de esta causa urgente, aunque estos sean pequeñitos, pero tal vez sean los granos de arena que se irán juntando.Aquí va mi granito de arena:Ya que los niños no leen porque no encuentran ningún tipo de satisfacción durante el proceso de la lectura (como consecuencia de una pésima estimulación lectora), podemos hacer que lean los subtítulos en castellano de su película favorita. Claro que el niño va a preferir que el audio sea en castellano porque es más fácil escucharlo en su propia lengua y, además, queda exonerado de realizar procesos mentales de creación e imaginación. Mi hija al comienzo rechazaba los subtítulos, pero después de media hora ya estaba leyendo los subtítulos de la Barbie. Sé que en Finlandia (ganador de las pruebas internacionales de lectura) todos los programas y películas infantiles extranjeros son subtitulados, y de esta manera los niños escuchan una lengua desconocida, pero pueden leer su lengua materna; además tienen un programa de alfabetización y promoción de la lectura envidiables.Sé, también, que mientras en otros países los Gobiernos y las autoridades competentes se preocupan por buscarles a los niños textos de alta calidad, nosotros solo podemos aspirar, por ahora, que nuestros niños lean aunque sean textos patéticos y absurdos. Que todo sea por el acercamiento del niño a la lectura, quizá sea la forma cómo los de mi generación –de los 80- se acercaron a la lectura a través de los cómics como Batman, El hombre araña, El Tío Rico, El Santo, Archie, Condorito, etc.
Gracias por leer
Manuel Urbina
prolector@hotmail.com
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