Los curso de LECTURA VELOZ se enseñan en todo el mundo desde mediados del siglo pasado. En América Latina no hay muchas escuela como el Europa, sin embargo, existen algunas que tienen una gran trayectoria así como otras que son todo lo contrario.
Lo especial de un curso de LECTURA VELOZ radica en desarrollar la capacidad de percepción. Mientras que un lector tradicional (que se caracteriza por leer poco) lee palabra por palabra (y hasta incluso lee la palabra por partes), un lector eficiente (esos que leen libros tras libros) lee percibiendo grupos de palabras, ya sean de dos, tres, cuatro, cinco, al mismo tiempo, es decir, lee ideas claramente estructuradas y sobre ello construye significados y accede a la comprensión textual. Los lectores deficientes leen palabras o unidades semánticas ajenas a la relación sintáctica por lo que tienen que hacer mayor esfuerzo por comprender y ello se nota en las regresiones constantes que deben realizar por la misma necesidad lo cual convierte las regresiones en un mal hábito que lo acompañará siempre.
Por ello en un curso de LECTURA VELOZ se desarrolla tu capacidad perceptiva a través de ejercicios especiales (y fáciles) que consisten en hacer fijaciones que abarquen grupo de palabras. Cada escuela ha desarrollado sus propios ejercicios en base a la eficacia del desarrollo de la percepción y una vez que se logra esto por añadidura se logra desarrollar otra capacidad vital en la lectura: la concentración. Por lo tanto, con una buena percepción y con una mejora en la concentración se pasa a otra etapa: la comprensión.
La comprensión implica la enseñanza de estrategias metacognitivas que se realizan antes, durante y después de la lectura. Una buena escuela de LECTURA VELOZ no solo enseña a leer rápido y ser veloces, sino que además enseña una serie de estrategias cognitivas y metacognitivas para acceder al máximo nivel de comprensión. Desgraciadamente muchas escuelas de LECTURA VELOZ solo se quedan en la velocidad y a final el alumno siente que lee, comprende algo, pero con mucha facilidad empieza a ir perdiendo la información y al cabo de 48 horas ya no le queda nada. Un buen lector lee, comprende y retiene la información en la memoria de largo plazo y va formando nuevas estructuras de conocimiento que enriquecen su formación académica y profesional.
Gracias por leer
Manuel Urbina
LECTURA PERU